lunes, 31 de diciembre de 2007

Para Meditar: ¿Qué tenemos en Venezuela: Democracia u Oclocracia?

Las Formas de Gobierno y la Felicidad (II)

Concluimos en el último artículo (La Felicidad, la sociedad y la mejor forma de gobierno I) que el mejor gobierno es el que garantiza la posibilidad de mayor suma de felicidad para el hombre. Y que el hombre para alcanzarla debe tener posibilidad de buscarla, para lo cual necesita tener vida y libertad.
La libertad es la posibilidad de hacer todo aquello que no está prohibido por la ley. De modo que la mejor forma de gobierno es aquel que garantice la mayor libertad posible sin caer en el libertinaje. Como somos seres sociales fundamos sociedades, y para poder vivir en paz y en armonía hacemos un acuerdo un pacto. Y este pacto llega a ser ley, de esa forma se establece el pacto social o estado[1]. Por definición, el contrato social es un acuerdo de voluntades libres[2]. En otras palabras, en un estado el grado de libertad dependerá de qué voluntad sea impuesta como ley. Y ese grado de libertad que haya corresponderá en el mismo grado de felicidad. De modo que surge esta ecuación:

Voluntades individuales ~» Tipo de Voluntad ~» Por pacto se convierte en Ley ~» Determina libertad ~» Garantiza Felicidad

De esta forma podemos dividir los tipos de gobierno en función de qué voluntad se convierte en ley. Y en función de ello, sabremos que posibilidad y grado de felicidad garantizan estos modelos de gobierno. Básicamente existen estos tipos de gobierno, según la voluntad que se convierta en ley:

1. Autocracia: Cuando la voluntad de una persona se convierte en ley y rige sobre el resto de los habitantes.
2. Oligocracia u oligarquía: Cuando la voluntad de unos pocos se convierte en ley y rige sobre el resto.
3. Democracia: Cuando la voluntad general (resultante de la voluntad de la mayoría y de las minorías) se impone sobre todos. A esa resultante de voluntades individuales, en el marco de un contrato "social" que vincula a los ciudadanos, Rousseau la llamó "voluntad general". Del mismo modo que lo que dos personas acuerdan voluntariamente en un contrato, es una ley para las partes, lo que los ciudadanos acuerdan en el marco del contrato social, también lo es, por lo que la decisión colectiva no es impuesta a los ciudadanos, como sucede en una monarquía, sino que es una resultado de la voluntad general de sus ciudadanos.[3]. De las diversas variantes de democracia (Directa, representativa o republicana) la mejor es el republicanismo pues este es el gobierno de las leyes y no de ningún hombre[4].
4. Oclocracia: Cuando la voluntad popular mayoritaria, en exclusión de la voluntad de las minorías se impone sobre el resto de los ciudadanos.
5. Anarquía: Cuando ninguna voluntad individual llega o acuerda nada, y esa insubordinación es la ley. Frecuentemente cuando no hay ningún pacto o acuerdo social termina reinando la voluntad individual del más fuerte por lo que da paso a la autocracia.
Veamos y concentrémonos en la Oclocracia, para sacar ideas que puedan explicar la realidad actual Venezolana.

¿Qué es la Oclocracia?

Oclocracia o gobierno de la muchedumbre (del griego ὀχλοκρατία, del latin ochlocratia) según la visión aristotélica clásica es una de las tres formas específicas de degeneración… de las formas puras de gobierno, en concreto de la democracia. Etimológicamente, la democracia es el gobierno del pueblo que con la voluntad general legitima al poder estatal, y la oclocracia es el gobierno de la muchedumbre o de la plebe[2] , es decir, de un pueblo que a la hora de abordar asuntos públicos o políticos presenta una voluntad viciada, evicciosa, confusa, injuiciosa o irracional. A veces el término se confunde con tiranía de la mayoría.
Polibio, historiador griego, en su obra Historiae, VI, 3, 5-12; 4, 1-11, sobre el 200 a.C. llamó oclocracia al fruto de la acción demagógica y la definió como "la tiranía de las mayorías incultas y uso indebido de la fuerza para obligar a los gobernantes a adoptar políticas, decisiones o regulaciones desafortunadas". "Cuando ésta (la democracia), a su vez, se mancha de ilegalidad y violencias, con el pasar del tiempo, se constituye la oclocracia", Historiae, VI, 4...
Según El Contrato Social de Jean-Jacques Rousseau, se define oclocracia como la degeneración de la democracia. El origen de esta degeneración es una desnaturalización de la voluntad general, que deja de ser general tan pronto como comienza a presentar vicios en sí misma, encarnando los intereses de algunos y no de la población en general, pudiendo tratarse ésta, en última instancia, de una "voluntad de todos" o "voluntad de la mayoría", pero no de una voluntad general.
Según el filósofo escocés James Mackintosh (1765-1832) en su Vindiciae Gallicae la oclocracia es la autoridad de un populacho corrompido y tumultuoso, como el despotismo del tropel, nunca el gobierno de un pueblo.
Es común que dicha situación pueda estar promovida por la influencia de intereses. Ilustres pensadores como Aristóteles, Pericles, Giovanni Sartori, Juvenal, Shakespeare, Lope de Vega, Ortega y Gasset o Tocqueville han advertido de un permanente peligro para la democracia popular: el interés los oclócratas que ostentan el poder de hacerla degenerar en oclocracia con el objetivo de mantener dicho poder de forma corrupta buscando una ilusoria legitimidad en el sector más ignorante de la sociedad, hacia el cual vuelcan todos sus esfuerzos propagandísticos y manipuladores.[3]
En el desarrollo de esta política, sólo se tiene en cuenta de una forma superficial y burda los reales intereses del país, dirigiéndose el objetivo de la conquista y al mantenimiento de un poder personal o de grupo, mediante la acción demagógica en sus múltiples formas apelando a emociones irracionales mediante estrategias como la promoción de discriminaciones, fanatismos y sentimientos nacionalistas exacerbados; el fomento de los miedos e inquietudes irracionales; la creación de deseos injustificados o inalcanzables; etc. para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la oratoria, la retórica y el control de la población. La apropiación de los medios de comunicación y de los medios de educación por parte de dichos sectores de poder son puntos clave para quien busca esta estructura de gobierno.[4]
Así se mantiene un dominio sobre masas en movimiento que hacen valer sus propias instancias inmediatas e incontroladas creando la ilusión de que se impone un legítimo poder constituido sobre la voluntad popular. Sin embargo, tal y como asegura Rousseau en El Contrato Social falta la piedra angular, es decir, la voluntad general de unos ciudadanos conscientes de su situación y de sus necesidades, una voluntad formada y preparada para la toma de decisiones y para ejercer su poder de legitimización de forma plena. De esta forma, en la oclocracia la legitimidad que otorga el pueblo está corrupta, pasando el poder del campo de los políticos al campo de los demagogos

¿Cómo preservar la democracia de la oclocracia?

Un fortalecimiento del poder político, por ejemplo del gobierno, pone un cierto límite a la oclocracia; ¿Pero en qué medida no se aparta también de la democracia que el poder pueda imponerse a cualquier decisión de la población? ¿Cuáles son los límites de este fortalecimiento de la autoridad? Podría considerarse un principio fundamental de la democracia tener un poder capaz de resistir a la muchedumbre; pero la cuestión es saber en cuales límites esto es posible sin pasar a una forma de tiranía mediante una alienación de la soberanía popular y un desprecio del gobierno con respecto al pueblo.

¿Cómo se pasa de la democracia a la oclocracia?

Según Rousseau, la democracia degenera en oclocracia cuando la voluntad general cede ante las voluntades particulares, por ejemplo por artimañas de asociaciones parciales (El Contrato Social, II, 3). Pero en la práctica, es a menudo difícil de determinar cuándo se pasa de una voluntad a otra. Actualmente se pueden encontrar afirmaciones, la mayoría motivadas por hechos concretos,… de que algunos de los estados democráticos existentes no son más que oclocracias tras espejismos de democracia[5].

En el próximo artículo hablaremos de la comparacion con Venezuela.

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[1] “el ginebrino (JJ Rousseau) presentará su idea acerca del pacto social, que formula en los siguientes términos: “Cada uno de nosotros pone en común su persona y todo su poder bajo la suprema dirección de la voluntad general, recibiendo a cada miembro como parte indivisible del todo”(pág 15).( http://es.wikipedia.org/wiki/El_Contrato_Social ).
[2] http://es.wikipedia.org/wiki/Voluntad_general
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Voluntad_general
[4] http://en.wikipedia.org/wiki/Republicanism
[5] http://es.wikipedia.org/wiki/Oclocracia